Sabores y saberes de la vida "Escritos escogidos"

Sinopsis
Hasta que Descartes no nos enseñó a pensar, cuando creer era tan cómodo, la vida no carecía de sentido. El repique de las campanas, el olor a incienso, los labios ascendentes de las curvas góticas, el promiscuo baile de los ángeles. El río discurría por su lecho, los gallos cantaban al alba, el trigo jamás confundía el orden de sucesión entre la flor, la espiga y el grano. El vino traía el gusto de los pies amados, el pan era abrazado por senos hartos, la carne asada en el fuego calentaba la sangre y el sexo.. . Ahora todo gira en torno a la prisa por cosechar el trigo, preparar la masa, cocer el pan, afilar el cuchillo, dejar que la leche entera se torne mantequilla y comer. Abrir surcos en la tierra salpicándola de aceite, mientras el galpón se Ilena de máquinas en el lucrativo movimiento de transformar el algodón en tejidos. La vieja aldea se interpone en la ruta del mercado, pero las carretas han dejado el paso a los camiones. El paisaje se rompe tapado por edificios que arañan el cielo; el frescor de la mañana se ahoga en el humo espeso; los teléfonos frenéticos acortan las distancias y hacen que sea ahora lo que tendría que ser después. Son los principios posmodernos. ¿No habrá Ilegado la hora de subordinar el progreso de las cosas a la felicidad de la gente y aceptar, por lo menos, que el Creador cree en su criatura?