Cómo evitar los problemas cardíacos

Sinopsis
Los antiguos pensaban que el corazón alberga nuestra conciencia, nuestro ser interior. Expresiones como "tener un corazón generoso; hablar "de todo cordzón ; "no tener corazón" son reminiscencias de aquel tiempo en el que constituía, en cierta manera, el órgano del entendimiento y tal vez la sede de nuestra alma. De ningún modo se lo consideraba, como hoy día, el motor que nos mantiene sanos y activos. El corazón ocupa un lugar central en nuestro organismo, porque su función (el bombeo del oxígeno que necesitan las células para vivir) es, si cabe, la más prioritaria y perentoria de todas las que llevan a cabo los distintos órganos de nuestro cuerpo. Por su carácter central, el corazón ocupa un lugar importante de nuestras preocupaciones en materia de salud. Largos años de sedentarismo, alimentación indebida, tabaquismo, estrés, colesterol, diabetes o excesivo esfuerzo fisico pueden dañar, a largo plazo, nuestro sistema circulatorio y, por ende, el corazón. Si bien los procesos patológicos que pueden desembocar en una enfermedad coronaria pueden ser largos y, a veces, silenciosos, el desenlace de los problemas cardíacos puede ser rápido y letal. Más vale prevenir. La mayor parte de las veces, la salud del corazón no depende del destino o de la buena fortuna (ni siquiera de los antecedentes genéticos), sino de nuestro estilo de vida.