Max Weber y la crisis de las ciencias sociales

Sinopsis
En la actualidad, no parece posible dejar de acudir al filón inagotable de las ideas de Max Weber. La propia posmodernidad ha visto un precedente en ellas y en las tensiones que se agitan en su interior. La presente obra trata de explicitar y discutir las razones de esta filiación posmoderna partiendo de una visión de la personalidad intelectual de Weber como teórico de la historia. Incómodo en los corsés que imponen las ciencias sociales del fin de siglo, Weber hace de sí mismo un modelo de pensador total que revolucionará las ideas de su época. Resulta excesivo, no obstante, atribuirle al autor alemán la condición posmoderna, puesto que él experimentó en realidad algo ciertamente distinto: el dilema entre los modelos seculares de modernidad y la radical antimodernidad de las ideas nietzscheanas, tolstoyanas y contraculturales del momento. Ahora bien, Weber no superará ese dilema, sino que permanecerá inscrito en él hasta el final.
Desde este plano, el Weber teórico de la historia irrumpe de una forma a la vez sutil y global, cambiando el sentido de las derivas conceptuales del debate filosófico-histórico contemporáneo. Esta obra no plantea, en todo caso, cómo se opera este fenómeno en sus escritos metodológicos (WissenschaftslehreJ, sino cómo su proyecto teórico de la Religionssoziologie supone un desafío global a la filosofía de la historia de raíz hegeliana. En definitiva, este libro aporta algunos ángulos nuevos desde los que entender el decisivo papel de Max Weber en la crisis de las ciencias sociales, una crisis que, en buena medida, se extiende hasta la actualidad.