Litografía Portabella "Biografía de una empresa familiar: 1877-1945"

Sinopsis
La Litografía Portabella, establecida en Zaragoza, tuvo su origen en un pequeño taller especializado en esta técnica de impresión que Eduardo Portabella tomó en traspaso en 1877. En pocos años de constante mejora y ampliación de sus ins talaciones transformó la modesta empresa en la mejor prepa rada de la localidad y con posibilidad de competir con las del resto de España. Durante décadas disfrutó de la máxima reputación por la calidad y belleza de sus impresos, especialmente por la cartelería, labor para la que contó con un colaborador de excepción, Marcelino de Unceta. Después de la muerte del fundador, en 1911, su viuda, doña Ramona López, continuó regentando los talleres con la misma eficacia con que lo había hecho a la sombra de su esposo hasta que, en 1923, tomó el relevo su hija, doña Matilde; ésta mantuvo el elevado nivel profesional de la litografía, incluso en tiem pos tan difíciles como los de la Guerra Civil; poco después, en 1945, traspasó el negocio a otros propietarios. A partir de entonces y con otra denominación, se inicia el capítulo final para los talleres litográficos que bajo la responsabilidad de la familia Portabella dieron tanto prestigio a las Artes Gráficas zaragozanas.