Roma

Sinopsis
El arte romano propiamente dicho tiene sus inicios en el siglo ni a. C., ya que hasta esa fecha sería más propio hablar
de arte etrusco. Es a partir de las conquistas cuando comienza a fraguarse un arte propio, que se extendería por toda la cuenca del Mediterráneo occidental, ya que la parte oriental del Mediterráneo siguió conservando el estilo helenístico, que incluso se vio reforzado por los conquistadores romanos.

Es en la arquitectura donde el arte romano se muestra en todo su esplendor. Si algo caracteriza la arquitectura romana, si duda alguna es su espíritu práctico, que podemos contemplar en las numerosas obras de ingeniería que han perdurado hasta nuestros días (puentes, acueductos, embalses). El edificio más representativo de la arquitectura romana es el Panteón de Agripa, en Roma, monumental construcción con una cúpula semiesférica de 43 metros de altura y otros tantos de diámetro.
La escultura romana tiene un fin público: dar a conocer quiénes fueron los héroes romanos, así como los eventos que hicieron la gloria de Roma. Obras maestras con los relieves de los arcos de Constantino y de Tito y los de la columna de Trajano.
En pintura, destacan los frescos, especialmente los de Pompeya y Herculano.