Sinopsis
Esta novela en su conjunto, describe con gran acierto y fluidez, la narrativa de las venturas y desventuras de un niño desde la más tierna infancia a la pubertad, donde se entremezcla el humor, el drama y todo un mundo de emociones nuevas, romanticismo, ilusiones y traumas que como a tantos otros, de ello trágicos momentos, fue arrebatado de forma atroz de los vínculos de suentorno familiar, para ser evacuado a Rusia o cualquier otro lugar hostil para él, mientras durase la guerra civil Española. Produciendo una brutal dicotomía en el intelecto infantil del protagonista, que en algunos momentos resulta intensamente sobrecogedora.
Toda ésta trama de sucesos, anécdotas y tragedias, transcurre en los convulsivos años treinta; en cuyos DIEZ AÑOS, España salió de la dictadura de Primo de Rivera, se depuso una arraigada monarquía, se instauró una república, se produjo la más cruenta y despiadada guerra civil que pueda recordarse en muchos siglos de nuestra historia, y para terminar, fue establecido por el vencedor un sistema de gobierno de corte conservador en el que apoyado por algunos sectores radicales y el capital prevaleció gobernando España cuatro décadas.
Dado su enriquecedor contenido, enorme caudal de datos y fluidez en la narrativa, resulta un libro muy ameno en su profundidad y ágil lectura
Biografía del autor:
José Luis Llerena Novo (Madrid, 1938)
Ejerció con los títulos académicos de Delineante Mecánico y Delineante Proyectista continuando sus estudios hasta nuestros días.
Con una infancia feliz de lo más gratificante y dichosa hasta 1932. En el año 1936, con motivo de la guerra civil española su vida cambió de una forma radical. Cuando fue exiliado prácticamente no recibió educación docente, por cuya razón, al terminar la contienda poco había aprendido.
A los 14 años combinó trabajos duros y escasamente retribuidos debido a su procedencia humilde, por tanto, sin formación intelectual ni profesional. Y por todo ello, al no conocer a nadie dispuesto a tenderle una mano para ayudarle, se las ingenió para conseguir trabajo durante el día, estudiando de noche para alcanzar una cultura elemental.
Consiguió dos patentes de invención y por falta de recursos económicos no puso en práctica. Alternó un duro trabajo que le produjo exiguos beneficios para meramente subsistir y seguir estudiando adquiriendo costoso material y productos químicos para dedicarse a la investigación basada en los principios de la Ley de Abogadro. Para ello, utilizó infinidad de catalizadores y reactivos químicos para separar del agua, de forma económica, el átomo de oxígeno que está constituida la misma. Ya que, la energía que se desprende al unir dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno, mediante un punto de ignición que proporcione el proceso de la combustión, llegando a la conclusión que, ésta es varias veces más potente que cualquiera de los combustibles más usuales. Esto reafirma el que en la actualidad se
esté utilizando este sistema para impulsar al espacio las naves y cohetes de la serie Centauro y Saturno.
A su modo de entender, ésta será la energía del futuro, ya que no contamina. Sin embargo, abandonó
la investigación por diversas causas; la económica y escasez de medios para continuar.
Con anterioridad a su retiro, trabajó en Madrid durante 29 años en el sector de la producción de energía eléctrica. Para ello, desempeñó proyectos y complejos cálculos de ingeniería para la fabricación de grandes estructuras metálicas empleadas en la conducción y transporte de energía eléctrica de media y alta tensión de gran tonelaje. Asimismo, participó en interesantes proyectos para centrales nucleares, térmicas e hidraúlicas