10.00€
Cantidad:
Sinopsis
UNA DE LAS VIRTUDES de la poesía de Ramiro Gairín es haberse sabido alejar de la espesura filosófica y del hermetismo conceptual de ciertas poéticas modernas, para acercarse a la observación meditativa del paisaje y de los acontecimientos corrientes, a la humanización de las ideas y de los hechos triviales y mundanos, a la más sabia herencia de la sencillez, y a que las metáforas sean comprensibles, sin dejar de ser metáforas. Es la suya una escritura tranquila, dominada por la reconciliación con las experiencias universales del hombre.
Hay detrás mucha filosofía del Tao y del haiku, de las filosofías orientales. Se percibe sobre todo en cómo se posiciona el poeta ante lo que ve y ante la palabra. Quiere captar el brillo de las ideas, lograr el prodigio de que la luz quede fijada al instante del verbo. El poeta, cada vez más consciente de su quehacer, indaga en las filosofías orientales con una actitud de observador introspectivo.
En los lugares por los que pasa intentando no pensar, para sentir quién es y renovarse. En La ciudad que no somos la condición urbana (que ya viene negándose desde el título) es un escenario más en esa vocación de autoconocimiento, un lugar más para el asombro y la supervivencia.
Gairín camina y reflexiona interiorizando la cotidianeidad. Su naturaleza es así indisoluble de su esencia como observador y de su identidad de caminante, de hombre que está de paso, como una historia que está en marcha y vemos pasar, una historia que sólo es nuestra un momento.
El poeta, con mirar, cuida las cosas. Sentir cómo crece vigorosamente en ellas la luz es su oficio natural. Y, a veces, sólo con nombrarlas, las lleva a un estado premonitorio, de preparación corpórea, a una actividad iluminadora, de predisposición para la sensibilidad poética.
Biografía del autor:
Editorial EDITORIAL POLIBEA
Fecha publicación 01-11-2020
Edición : 1
Número de páginas : 59
ISBN : 978-84-121901-2-0
Colección: | EL LEVITADOR
Encuadernación: RUSTICA (TAPA BLANDA)
Tamaño: 0 x 0