Pensamiento literario del último Cervantes, El. "Del Parnaso al Persiles."

Sinopsis
Si Cervantes no era un espíritu superficial como Lope tal como escribió Francisco Márquez Villanueva en Personajes y temas del Quijote, en su edición de 1975 (p. 284) , ni un conservador como Quevedo, ni un ortodoxo maquiavélico como los jesuitas , ¿quién era realmente Cervantes? Y, sobre todo, ¿cuál era lejos del viejo y ancestral idealismo que ha caracterizado a la filología española del último siglo, de la mano sobre todo de Américo Castro el pensamiento del último Cervantes?

Estamos cansados de oír una y otra vez los mismos tópicos sobre la literatura cervantina y sobre el pensamiento del autor del Quijote: relativismo, universalidad, diálogo, idealismo No. No siempre hay que relativizar el pensamiento de Cervantes, si relativizar es renunciar a la coherencia de un criterio sistemático en favor de un retórico y vacuo pensamiento débil, con frecuencia fuertemente impuesto en nombre de un escepticismo absolutista. No siempre hay que defender el diálogo entre culturas, cuando hay culturas con las que es imposible dialogar, porque ni saben ni quieren razonar. No se puede razonar con quien no sabe dialogar. La dialéctica es más importante que el diálogo, porque aquella exige una comprensión y una interpretación que este no está interesado en alcanzar. Cervantes no es soluble en el Islam. Ni tampoco en agua bendita, por mucho Persiles que valga. El cinismo y la fabulación del narrador persilesco no es compatible con la virtud de un relator contrarreformista.

El volumen 11 del Anuario de Estudios Cervantinos trata de responder a muchas de estas cuestiones, y sitúa el centro de gravedad de todas ellas en El pensamiento literario del último Cervantes: del Parnaso al Persiles. Cerca de una treintena de especialistas en Cervantes, Siglo de Oro, Filología Clásica y Literatura Comparada se han dado cita, un año más, en la Sociedad Cervantina de Madrid para debatir sobre estas cuestiones. El resultado es el volumen monográfico que el lector tiene en sus manos.