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Sinopsis
Las muertes de Dios expresan las diversas etapas ideológicas que han generado la crisis actual de la fe en Dios. Por un lado, la filosofía ha resaltado la incapacidad humana para hablar de una divinidad trascendente sin falsearla. Nietzsche ha sido el referente fundamental, pero no el único, al subrayar el ocaso de la divinidad judía y cristiana en Occidente. Pero la crisis de Dios tiene raíces internas, comenzando con las imágenes salvajes de la divinidad en el Antiguo Testamento y el carácter proyectivo y retrospectivo de la imagen monoteísta. No se puede obviar la ambigüedad del Dios bíblico y el carácter mítico del imaginario que lo representa. A esto hay que añadir el nuevo contexto histórico-crítico de los textos cristianos. Especialmente la cruz de Jesús es objeto de debate, pues hay que hacer comprender cómo el ajusticiamiento de un presunto delincuente puede convertirse en un hecho salvador y en una revelación divina. El cristianismo tiene que mostrar cómo el silencio y la no intervención de Dios puede ser la manifestación de un Dios misericordioso.
El problema se agrava con el anuncio de la resurrección y sus diversas interpretaciones, que no solo ofrecen hermenéuticas diferentes de la muerte sino también de la salvación, de las imágenes de Dios y del significado de la filiación divina de Jesús. El paso del hijo del hombre a Hijo de Dios acentúa la tensión inherente a una muerte cruenta y sus pretensiones de salvación. El ateísmo humanista sirve hoy paradójicamente de alternativa a la fe religiosa, surgen espiritualidades sin Dios y se opta por un absoluto impersonal en contraposición a la creencia monoteísta en un Dios personal. Pero la muerte de Dios en una sociedad secularizada y globalmente no religiosa puede ser una oportunidad histórica para replantear la fe en Dios. El ateísmo humanista y la espiritualidad cristiana pueden converger en proyectos de sentido, aunque tengan también diferencias sustanciales en su visión global del ser humano y de la
Biografía del autor:
Licenciado en filosofía por la Universidad de Comillas de Madrid, obtuvo el doctorado en la Universidad de Granada, donde en la actualidad ejerce como profesor de Metafísica y de Filosofía de la religión.
En cuanto a la teología, realizó sus estudios en Innsbruck, en cuya Universidad obtuvo el título de maestro en teología. Posteriormente completó sus estudios en la Universidad de Múnich y en la Gregoriana de Roma, en la que obtuvo el título de doctor en teología.
A lo largo de su vida ha impartido clases como profesor invitado en Facultades e Institutos de Lima, Asunción, Managua, San Salvador (UCA) y México. Es miembro de la Sociedad Española de Ciencias de la Religión y de la Asociación de Teólogos Juan XXIII Es autor de numerosas obras de teología y filosofía, así como de artículos y estudios de ambas disciplinas en revistas especializadas y obras en colaboración. Entre sus publicaciones filosóficas destacan su estudio La teoría crítica de Max Horkheimer (1990), y publicados en esta Editorial: los dos volúmenes Dios en las tradiciones filosóficas, vol. 1: Aporías y problemas de la teología natural (1994) y el vol. 2: De la muerte de Dios a la crisis del sujeto (1996), La imposible teodicea. La crisis de la fe en Dios (2003) y Razones y sinrazones de la creencia religiosa (2001). Asimismo es codirector de ¿Para qué filosofía? (1996) y de un estudio publicado en México en 1998: Identidad y reconocimiento del otro en una sociedad mestiza.
Editorial EDITORIAL TROTTA, S.A.
Fecha publicación 08-01-2018
Edición : 1
Número de páginas : 211
ISBN : 978-84-9879-731-2
Colección: | ESTRUCTURAS Y PROCESOS SERIE RELIGIÓN
Encuadernación: RUSTICA (TAPA BLANDA)
Tamaño: 230 x 145