Tirando de dedo

Sinopsis
Durante las décadas de los 60 y 70 del siglo pasado, coincidiendo con el despegue de la industria automovilística en España, alcanzó gran auge la fórmula viajera del autoestop. Buena parte de la gente joven -por edad o por espíritu- se situó al borde de las carreteras haciendo un gesto que ya tenía marchamo universal: brazo en alto, puño apretado y dedo pulgar extendido hacia la dirección elegida. En Europa nos llevaban ventaja en esta estrategia, impulsados por nuestro carácter latino y por unas inquietudes que empezaron a florecer con el desarrollo económico y la progresiva liberación mental de la época. El Mayo francés', y el espíritu del 68' hicieron de propulsores y de reclamo en muchos sentidos. La nueva música, la revolución ideológica, la deriva artística y el despliegue informativo, entre otros factores, fomentaron un fenómeno al que fueron especialmente receptivos los estudiantes, a la par que sus principales difusores.

Las páginas de este libro reúnen un puñado de recuerdos, anécdotas algunas sorprendentes-, vivencias, encuentros y sensaciones de las que el autor fue protagonista durante su etapa universitaria. Se trata de una reconstrucción de ese periodo de la vida en el que la aventura es un imán, en la biografía se dibujan expectativas y los viajes al azar contribuyen a a ampliar el horizonte personal. Son experiencias, en general lúdicas y amables, cuyos ecos acompañan el resto de la vida. Todo lo que se cuenta es cierto, y el autor ha disfrutado escribiéndolo. Las ilustraciones de Quintín García Muñoz completan y enriquecen el texto.