Empiezo a creer que es mentira

Sinopsis
Empiezo a dudar que sea cierta la inmensa tragedia de la literatura.

Leopoldo María Panero, El que no lee

La ficción nos engaña, nos hace creer, nos ayuda a vivir. No es posible sobrevivir a la mediocre y aburrida realidad. El arte existe porque la vida no es suficiente. Es en la línea que separa lo concreto de lo abstracto, en lo inefable, donde se establecen la mentira y la literatura. Se abrazan, se necesitan, se retroalimentan. Mentira y literatura son caras de una misma moneda.

En Empiezo a creer que es mentira Carlos Mayoral, devorador de libros, y escritor compulsivo, nos ofrece un juego de espejos en el que mezcla experiencias propias con anécdotas literarias. Dónde empieza su vida y dónde la de los autores y sus textos es el enigma que tendrá que resolver el lector en este libro apasionante que ahora publica Círculo de Tiza.

Carlos Mayoral, que triunfa bajo el personaje de LaVozDeLarra, habita en la literatura y se mueve dentro de ese paisaje como en una patria propia. Empiezo a creer que es mentira se desdobla entre la ficción y la realidad para contar en un solo relato la vida y la literatura, huyendo de cualquier aspiración académica. La lectura de este libro se convierte así en un juego cuyas reglas son la ironía y el descubrimiento. Por sus páginas desfilan historias conocidas u olvidadas que desvelan conexiones asombrosas entre autores de distintos estilos, generaciones y orígenes: Hemingway y Pío Baroja, Virgnia Woolf y Alejandra Pizarnick, Borges y Joyce, Faulkner y Delibes, Roberto Bolaño y Antonio Machado, y tantos otros.



RESEÑAS

Mayoral es el vigilante -siempre de guardia- que vela por la literatura. El sereno de los clásicos de quienes ha absorbido su maestría para plasmarla en sus libros. A este paso, se convertirá él mismo en un clásico.

Nacho Carretero, El País.

Si con su primer libro, Etílico, Carlos Mayoral nos llevó al huerto, con Empiezo a creer que es mentira nos termina de convencer de que sus maneras son las de un grande: acierto en la elección de los temas, puestas en escena exquisitas y un lirismo que bebe indisimuladamente de los clásicos, que es la única fuente fiable si se aspira a la modernidad. Lo tiene todo, en fin, para brillar en un panorama literario devastado por la falta de audacia.

Javier Menéndez Flores, escritor.

Hay un archipiélago infinito a salvo en los libros. Y Carlos Mayoral se encarga de ponerle nombre a cada islote.

Peio H. Riaño, El Español.