Emblemas morales

Sinopsis
Emblemas morales de Sebastián de Covarrubias (1610) es uno de los más hermosos libros de emblemas producidos en España. El autor había pergeñado en su juventud los emblemas, e instado por el duque de Lerma, que llegaría a ser el hombre más poderoso en el reinado de Felipe III, trabajó denodadamente en ellos en su vejez a la par que en otra obra por la que es famoso: su Tesoro de la lengua castellana o española (1611), el primer diccionario del español impreso. En las dos obras hay referencias cruzadas. Con brevedad y gracia, Covarrubias denuncia en sus emblemas los vicios, ensalza virtudes, fustiga corrupciones de cargos públicos o vitupera abusos, en un tono apacible que lo aleja de radicalismos contrarreformistas. Cada uno de los 300 emblemas no ocupa más que dos páginas: una con el mote (a modo de título del concepto que va a tratar), un hermoso grabado xilográfico alusivo y un epigrama (una octava) y en la otra página, la explicación en prosa del conjunto. A pesar de su belleza e indudable interés, esta obra no había sido editada desde 1610 (a no ser en facsímil). Felizmente, se nos ofrece aquí no solo una cuidada edición filológica anotada, sino también un detallado estudio, un análisis del género, el tratamiento particular que el autor dedica a las partes de cada emblema (mote, pictura, epigrama y declaración en prosa), fuentes en que se basa Covarrubias, etc. y unos índices de gran utilidad: de motes, de motivos iconográficos de las picturae, de conceptos o temas y de voces anotadas.