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Sinopsis
Como ya se sabe a estas alturas, el mundo entero
se ha visto reducido a un solo edificio y unas afueras.
Tal cual. Y se ha llegado al año 9177 tan a trancas y barrancas, que no es
poco que, al menos tres o cuatro días a la semana, haya gente viva en el mundo
y salga el sol, aunque sea por donde le dé la gana.
Como un alegre entomólogo y como un notario malhumorado José Luis
Cuerda ha recogido información -privilegiada- de los hechos y dichos propios
de este mundo, con especial detenimiento en personajes como:
-José María, proletario, que va a cumplir pronto los cuarenta. Robusto y
probablemente virgen, tiene aire voluntarioso, empuja un carrito de helados y
se diría al verlo que no le debe nada a nadie;
-el Rey, su adversario, que tiene el aire inconfundible y transitorio de ser
hijo adulterino de un padre-rey infeliz; malhabla idiomas con acentos mezclados
y es enredador, tramposo y prolijo;
-y Méndez, la secretaria del alcalde y heroína del relato, es una muchacha
muy atractiva y zorreta, que parece que nació, sonríe, se nutre, se viste y
se desnuda aposta.
Los demás personajes, por decenas, tejen una urdimbre, o población humana,
en un mundo verificable y bipolar compuesto por quienes lo mangonean:
una pareja de la Guardia Civil Mundial, tres marinos de guerra, algunos
eclesiásticos, dos barberos... y por los que se joden irremediablemente: parados
crónicos, mujeres, minorías étnicas...
Biografía del autor:
José Luis Cuerda nació en Albacete en 1947. Ha dirigido una docena de películas, algunas de ellas fundamentales en la historia del cine español (Amanece, que no es poco, El bosque animado, La marrana o La lengua de las mariposas, por citar algunas) y ha producido los tres primeros largometrajes de Alejandro Amenábar. De un tiempo a esta parte elabora vino blanco con la devoción de un santo y recientemente ha amaestrado una cabra, con lo cual ya tiene mucho adelantado.
Nací y viví en Albacete hasta los quince años. Tres de ellos, muy lujuriosos, en los seminarios de Hellín y de la capital, después de iniciar el bachillerato en los escolapios, penal de la orden de la región valenciana, lleno de curas malos -y más vale que no me tiren de la lengua- y en el Instituto de Enseñanza Media. Nos trasladamos a Madrid porque mi padre ganó al póker un piso a estrenar en el paseo de la Habana a uno de los más conocidos constructores de este país. Terminé mis estudios primero, en un colegio donde el matrimonio Rubert-Ontañón hacía lo que podía -ponernos de rodillas, dar algún pescozónâ - y mimaban como se merecía al compañero y luego científico Barbacid. Rematé preu de letras en el Liceo Anglo Español del señor Verdú -abuelo según supe años después de Maribel- e iniciador nuestro en goces como el de beber Vega Sicilia, invitados por él. Tres años -cursos incompletos- de Derecho en la Complutense me animaron a militar durante una temporada en el PCE y a abandonar la carrera. Durante los que estuve en TVE, muchos, aprendí la práctica de rodar y, paseando con los amigos por Argüelles, la teoría e historia del cine por lo menudo. Luego, he rodado una docena de largometrajes (El bosque animado, Amanece, que no es poco y La lengua de las mariposas, entre otros) y he pasado -han pasado sobre mí- dos o tres enfermedades muy puñeteras que me han facilitado la vuelta a mi primera inclinación artística: escribir. Y eso es lo que nos trae aquí.
Editorial PEPITAS EDITORIAL
Fecha publicación 01-04-2015
Edición : 1
Número de páginas : 137
ISBN : 978-84-15862-35-2
Encuadernación: RUSTICA (TAPA BLANDA)
Tamaño: 210 x 145