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Sinopsis
El 23 de mayo de 1735 fueron aprobadas las constituciones de la que habría de ser Real Academia de la Historia, al aprobar Felipe V los estatutos el 18 de abril de 1738. A los pocos días de formar las constituciones, don Agustín de Montiano y Luyando propuso que se comenzara a trabajar en un Diccionario histórico-crítico de España y, tras los cambios de opinión sobre ello, se acordó que se le dedicara todo el tiempo disponible. Querían los académicos, con el diccionario, desterrar "las ficciones de las fábulas" y que, a los acontecimientos, se les diera "la más exacta cronología", con las "necesarias noticias geográficas antiguas y modernas". Los académicos, según la propuesta hecha por Montiano en 1735, formaron un plan, en el que se contemplaron varias secciones o materias: geografía, origen de España, sucesión e historia de sus reyes, costumbres, leyes, rentas reales, comercio, varones ilustres y otras más que permitieran compendiar todo el saber sobre el pasado, después de someterlo a revisión científica, para separar lo cierto de lo falso. Así, los académicos pensaban contribuir a que se desterrasen "las fábulas introducidas por la ignorancia o por la malicia". Con el tiempo, los académicos se dedicaron a la formación de un diccionario geográfico de España, en el que puso gran empeño don Pedro Rodríguez Campomanes mientras fue director, entre 1764 y 1797.
Aunque fue copiosísima la información reunida sobre la geografía de España, solo se publicaron dos tomos, en 1802, correspondientes a las tres provincias vascongadas y a Navarra. A la vista de los materiales reunidos, y con lo que resulta de los dos tomos publicados, puede inferirse que, en pocos años, los académicos hubieran podido completar y publicar el Diccionario geográfico de España. Con los medios disponibles -poco dinero, plumas de ave para escribir y correo lento- no fue posible terminar el deseado Diccionario geográfico. No obstante, los trabajos de la Academia facilitaron la publicación posterior de los famosos diccionarios de Miñano y de Madoz.
La vieja aspiración de la Academia en lo correspondiente a los que en el siglo XVIII llamaban "varones ilustres", se concreta ahora en el Diccionario biográfico hispano. El 21 de julio de 1999 la Real Academia de la Historia firmó un convenio con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte con objeto de formar el Diccionario, en un plazo de ocho años. El proyecto está patrocinado por S. M. el Rey don Juan Carlos I. Para fijar los criterios de colaboración de las academias iberoamericanas de la Historia, en los días 8 y 9 de junio del año 2000 se celebraron en Madrid las Jornadas del Diccionario biográfico. Participaron los presidentes y directores de las distintas academias, españolas e iberoamericanas, y todos los colaboradores académicos, numerarios y correspondientes.
El Diccionario incluirá unas cuarenta mil biografías de personajes destacados en en todos los ámbitos del desarrollo humano y en todas las épocas de la historia hispana, desde la antigüedad más remota en que se tiene constancia de personajes hasta la actualidad, comprendiendo los territorios de ultramar y los transpirenaicos que formaron lo que suele denominarse "Monarquía Hispánica".
Se cuenta con una base de datos electrónica capaz de almacenar y editar toda la información que reúne el equipo de documentalistas que integran el Centro de Estudios Biográficos de la Real Academia de la Historia, y que se va sistematizando de acuerdo con la Planta del Diccionario Biográfico Español, en la que se fijan las normas que permiten organizar, disponer y presentar los materiales.
Bajo la supervisión de las comisiones de académicos -coordinadas por el académico Quintín Aldea-, se seleccionan los personajes, se clasifican, se decide el autor más calificado, se asesora bibliográficamente al equipo de trabajo y se revisan los trabajos finales. La informatización del proyecto permite codificar en soporte electrónico todos los materiales. Para el correo y la conexión a internet se utiliza un sistema de ondas hertzianas, con capacidad doble de las mayores existentes. La Real Academia de la Historia dispone, pues, de colaboradores calificados, de los medios materiales necesarios y de la técnica adecuada para el éxito de un proyecto que significará un notabilísimo avance para la "sociedad del conocimiento".
Biografía del autor:
Los chefs que han contribuido con sus recetas son: Ada Parellada, Carles Gaig, Carme Ruscalleda, Charo Val, la escuela ESHOB, Eduard Xatruch, Fina Puigdevall, los Hermanos Roca, los Hermanos Torres, Iolanda Bustos, Lluc Crusellas, Mateu Casañas, Neus Faiges, Oriol Castro, Paco Pérez, Paolo Casagrande, Pere Planagumà, Rafa Martínez, Rafel Muria, Sergi de Meià, Toni Sala y Xavier Pellicer.
Editorial REAL ACADEMIA DE LA HISTORIA
Fecha publicación
Edición : 01
Número de páginas : 50
ISBN : 978-84-96849-56-3
Encuadernación: TAPA DURA
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