12.90€
Cantidad:
Sinopsis
Al anochecer volvemos a casa. Seguro que mamá está preparando la cena. Entramos de puntillas, para no hacer ningún ruido.
?¡AAAY! ¿Por qué me dais estos sustos? ¡Sois unos monstruos!
¡Mamá! ¡Los monstruos tenemos que asustar! ¡Todo el mundo lo sabe!
Los niños sienten atracción por los personajes fantásticos y disfrutan creyéndose protagonistas de mundos imaginarios. La imaginación les permite vivir otras realidades, muy diferentes a las suyas.
Matteo Gubellini, artista italiano con títulos publicados en prestigiosas editoriales infantiles de Italia o Francia, se atreve en La visita de los domingos a contar una historia y no solo a ilustrarla, tal y como hizo en su primera colaboración para OQO editora con La casa de mi abuela.
Este cuento ensalza la importancia de la implicación de los padres para potenciar y alimentar la imaginación de los niños, tan necesaria para la creatividad tanto de pequeños como de adultos.
El juego entre padres e hijos, a través de la ficción y de la fantasía, es muy importante , argumenta Gubellini que cree fundamental alimentar la imaginación de los pequeños como una forma eficaz de que nunca estén solos . Además, la entrega total y cooperación de los adultos en este tipo de juegos afianza que crezcan sintiéndose amados y protegidos .
La particularidad de que este monstruo que visita cada domingo a nuestro protagonista inspire simpatía, complicidad y afecto, convierte esta historia en un buen instrumento para ayudar a superar los miedos infantiles.
La gente tiene miedo de nuestros gruñidos, y solo los más valientes se atreven a acercarse. Pasamos horas jugando en el parque. ( ) vamos a buscar tesoros: hacemos agujeros en la arena, revolvemos entre las hierbas ¡y siempre hay sorpresas!
De igual modo, el desenlace de La visita de los domingos corrobora la advertencia de que las apariencias engañan y de que, aunque la imaginación debe estar presente en todas las facetas cotidianas de un niño, también el retorno a las normas se hace indispensable en la convivencia en familia.
¡Venga, tu madre tiene razón!
Por hoy ya hemos jugado bastante
dice el monstruo con su voz ronca.
Al igual que en La casa de mi abuela, en las ilustraciones de Matteo Gubellini hay siempre una búsqueda de espacio y profundidad. Por ello, cada composición es diferente. El artista italiano reveló que el uso de la técnica de tiza le permitió en este trabajo satisfacer esa necesidad, a través de una rica gama de matices de luz y sombras.
Biografía del autor:
Editorial OQO EDITORA
Fecha publicación 01-02-2011
Edición : 1
Número de páginas : 36
ISBN : 978-84-9871-310-7
Encuadernación: TAPA DURA
Tamaño: 23 x 25
Idioma: Castellano