Ciudad antigua del Cabezo de Alcalá (Azaila), La

Sinopsis
En el valle medio del Ebro, durante el denominado periodo ibérico Tardío, la sociedad indígena (ibérica) sufre un gran cambio, acelerado en su contacto con Roma. Bajo su mirada, las ciudades iberas ejercen el control de grandes territorios, en papel equivalente al que jugaron en Italia las ciudades de nueva fundación, especialmente las colonias de derecho romano. De todo ello constituye un paradigma el sedetano poblado de Azaila, de nombre enigmático todavía, que constituye uno de los más claros ejemplos de la adaptación de la sociedad ibérica al nuevo modelo de Roma, como lo evidencia sobre todo la cultura urbana que resulta inexplicable sin la fuerte presencia de Roma y las relaciones intensas entre las élites y la nueva cultura.
De los tres horizontes culturales de la ciudad los restos presentes nos acercan al modo de vida de la sociedad indígena, protegida tras fuertes murallas, foso defensivo y torres de vigilancia, albergando en su interior y periferia significativa arquitectura doméstica, instalaciones termales, un templo de culto personal, instalaciones productivas, y un cuidado urbanismo, de empedradas calles y aceras, adaptado a la forma física del Cabezo de Alcalá.