Invención del mundo, La

Sinopsis
He querido describir un día de la Tierra: su prodigiosa diversidad, la unidad gracias a la cual constituye un mundo, su extravagancia y su trivialidad incesantes. Quería que en este libro resonara un eco de los grandes antiguos, Lucrecio y Ovidio, y que se leyera también en él algo de la situación del hombre moderno, permanentemente rodeado de los simulacros del planeta entero. No se trata de un día imaginario, sino del 21 de marzo de 1989 concretamente, día del equinoccio de primavera. Casi quinientos diarios en treinta y una lenguas
me proporcionaron la materia bruta de las historias aquí entrecruzadas. Amores, trabajos, nacimientos y muertes, tráficos, catástrofes aéreas y de otra índole, bellezas, esperanzas y miserias, océanos y nubes, deseos y locuras, climas, cotizaciones de las materias primas y las monedas, lenguas, laberintos de las ciudades, vanidades, milagros, todo el batiburrillo colosal: espero no haber olvidado nada.