Alquimia y la química, lo sublime y lo terrenal, La "Preludios y fugas de una ciencia"

Sinopsis
La alquimia y la química han permanecido estrechamente enlazadas y abrazadas como dos hebras helicoidales durante largo tiempo, prácticamente hasta el siglo XVII, y la segunda se ha constituido sobre la primera por sucesivos injertos, apoyándose en ella hasta finalmente desprenderse de la misma y arrojarla al desván.
Este proceso largo y tortuoso de la formación de una ciencia proyecta, sin embargo, una viva luz sobre la difícil evolución que ha llevado a introducir la razón en un ámbito lleno de fantasías. Fantasía en los propósitos, en la descripción de los procedimientos, en la terminología aplicada a las materias o los métodos. Porque la alquimia no es sólo química y se vio siempre acompañada de desbordamientos imaginativos, literarios e incluso de aspiraciones religiosas. Resulta a menudo difícil distinguir la parte que tiene en ella el saber químico y la parte que se inspira en la magia y el ocultismo, la parte constituida por esoterismos vaporosos.
Pasar del Hecho Fantástico , oscuro, místico, maravilloso, al saber positivo, cotejado por la experiencia y expurgado por la duda, ha sido siempre difícil y a menudo desagradable, repelente. El consiguiente desencantamiento del mundo nos ha dejado, en este siglo, con una nostalgia por lo sublime y maravilloso, y esta nostalgia se despierta en nosotros al contemplar la alquimia.
En este libro hemos tratado de recoger las informaciones de que disponemos sobre esta pareja alquimia/química tan estrechamente ligadas en su historia, informaciones que pueden interesar a aquellos lectores intrigados por su evolución, por el desenvolvimiento de una ciencia a partir de un complejo entreverado de magia y de saber empírico, o atraídos simplemente por la prehistoria de la química, por los primeros pasos de ese saber que ha acabado invadiendo nuestras vidas.
El período abordado en este libro se extiende hasta mediados del siglo XVII, momento en que el atomismo y la filosofía corpuscular', por un lado, y las aplicaciones prácticas de la química, por otro, encauzan el saber químico dentro de un lecho más árido y seco, menos atractivo y pintoresco, pero más eficaz y fructuoso.