Campaña de Marruecos, 1859-1860, La

Sinopsis
La campaña de Marruecos fue poco entendida por el pueblo español. La situación interior de España no era tan buena como para embarcarse en una guerra y menos para concentrar todos los efectivos en un país exterior. El único significado que se le puede dar a esta decisión de entrar en guerra, es el intento de los políticos de evocar las viejas victorias del pasado y provocar una reacción de patriotismo entre los españoles, para unirlos en la lucha de reconstruir un estado ruinoso. Esta es la base, y sobre ella se estructuró toda una campaña política de reconstrucción nacional.
La campaña de Marruecos fue poco entendida por el pueblo español. La situación interior de España no era tan buena como para embarcarse en una guerra y menos para concentrar todos los efectivos en un país exterior. El único significado que se le puede dar a esta decisión de entrar en guerra, es el intento de los políticos de evocar las viejas victorias del pasado y provocar una reacción de patriotismo entre los españoles, para unirlos en la lucha de reconstruir un estado ruinoso. Esta es la base, y sobre ella se estructuró toda una campaña política de reconstrucción nacional.
La campaña de Marruecos fue poco entendida por el pueblo español. La situación interior de España no era tan buena como para embarcarse en una guerra y menos para concentrar todos los efectivos en un país exterior. El único significado que se le puede dar a esta decisión de entrar en guerra, es el intento de los políticos de evocar las viejas victorias del pasado y provocar una reacción de patriotismo entre los españoles, para unirlos en la lucha de reconstruir un estado ruinoso. Esta es la base, y sobre ella se estructuró toda una campaña política de reconstrucción nacional.
La campaña de Marruecos fue poco entendida por el pueblo español. La situación interior de España no era tan buena como para embarcarse en una guerra y menos para concentrar todos los efectivos en un país exterior. El único significado que se le puede dar a esta decisión de entrar en guerra, es el intento de los políticos de evocar las viejas victorias del pasado y provocar una reacción de patriotismo entre los españoles, para unirlos en la lucha de reconstruir un estado ruinoso. Esta es la base, y sobre ella se estructuró toda una campaña política de reconstrucción nacional.
La campaña de Marruecos fue poco entendida por el pueblo español. La situación interior de España no era tan buena como para embarcarse en una guerra y menos para concentrar todos los efectivos en un país exterior. El único significado que se le puede dar a esta decisión de entrar en guerra, es el intento de los políticos de evocar las viejas victorias del pasado y provocar una reacción de patriotismo entre los españoles, para unirlos en la lucha de reconstruir un estado ruinoso. Esta es la base, y sobre ella se estructuró toda una campaña política de reconstrucción nacional.
A mediados de 1941 Europa ardía en el fragor de un gigantesco choque de ideologías. Bajo la apariencia convencional de una contienda entre naciones, lo que se ventilaba era, en realidad, una guerra entre visiones del mundo. La noticia que la mañana del domingo 22 de junio de 1941 saltó al aire dejó a todos sin respiración: la máquina militar del Tercer Reich había iniciado la invasión de la Unión Soviética. España aportaría un importantísimo contingente militar, que se unió con entusiasmo a la lucha europea contra el comunismo.
Los autores de este trabajo aportan una perspectiva novedosa a la ya amplia bibliografía sobre la gesta divisionaria: la participación del Cuerpo de Intervención Militar en la División Azul.
Más de cuatrocientas fotografías inéditas, un completisimo estudio uniformológico y la orgánica de la Administración Militar española y alemana de la época, ponen el colofón a esta magnífica obra de historia militar.