Rusia, la otra potencia europea

Sinopsis
El conocimiento de Rusia y de sus dinámicas políticas es esencial para la comprensión de la política exterior europea. Tras la ampliación de la Unión Europea (2004), parecen encontrarse en sus propios espacios geográficos dos potencias que se configuran en un marco político y cultural europeo
y que están condenadas a entenderse para garantizar su propia consolidación. Sin embargo, los itinerarios políticos y las ambiciones de Rusia y la Unión Europea a menudo presentan posiciones opuestas, lo cual hace que la relación entre ellas sea compleja aunque necesaria. La UE tiene en su vecino oriental el garante de su estabilidad y un precioso socio comercial, pero para garantizar unas relaciones positivas ambos gigantes deben mantener una cooperación
intensa y pactar unos límites en las influencias regionales que ejercen. Se evitan así solapamientos geográficos y políticos, pero al mismo tiempo se crea una competencia no exenta de tensiones que conlleva a menudo una dificultad de entendimiento y que en el futuro puede generar conflictos. En cualquier caso, Rusia y la Unión Europea comparten hoy no sólo una rica interacción política y económica, sino también unos procesos de cohesión política
que auguran nuevos e interesantes marcos de cooperación o de tensión en un futuro próximo, en los que no se puede descartar ningún escenario, que configurarán el panorama europeo e internacional del siglo XXI.