Sinopsis
La idea de viajar a Sajalín, una remota y enorme isla en aguas del Pacífico, al norte de Japón, que albergaba en la época una colonia penitenciaria, y escribir cien o doscientas páginas sobre ella se le ocurrió a Chéjov a principios de la década de 1890. Pese a la oposición de su familia y su editor, él decía que de ese modo podría saldar una deuda que he contraído con la medicina y que le serviría de base para su tesis doctoral (que luego, una vez realizada, no sería aceptada) . Pero al mismo tiempo estaba convencido de su profundo interés social: A excepción de la Cayena en la actualidad y de lo que Australia era en el pasado, Sajalín es el único lugar donde se puede estudiar la colonización por parte de delincuentes . Al volver, escri biría: Ahora sé muchas cosas, pero la impresión que me ha dejado el viaje es bastante penosa. Mientras estaba en Sajalín sólo sentía en mi interior un sabor amargo, como después de haber comido mantequilla rancia; ahora, en cambio, Sajalin se me aparece en el recuerdo como un verdadero infierno . Consciente de que no podía competir con otros testimonios carcelarios, especialmente con las Memorias de la casa muerta de Dostoievski, que tanto admiraba, La isla de Sajalín es producto de una investigación más científica y distante, y de una mirada severa pero no sesgada. El libro, que la censura expurgó y que no se publicó íntegro hasta 1895, puede considerarse el primer reportaje sobre un presidio, realizado con criterios modernos de objetividad. Nunca dedicó Chéjov tanto esfuerzo y tiempo a una obra suya, hoy ejemplar en la historia de la literatura.
Biografía del autor:
Fernando de Pulgar trabajó sucesivamente en la corte de Juan II de Castilla (que reinó entre 1406 y 1454) y en la de su sucesor, Enrique IV (1454-1474), en la que fue nombrado secretario real y consejero de Estado, confiándosele importantes misiones y embajadas en Roma y en París, así como la educación de varios nobles. Ya se había retirado cuando fue llamado de nuevo a la corte para que ejerciera de cronista real de los Reyes Católicos. Hombre de amplia formación humanista, sus muy influyentes trabajos como historiador & x02013;entre los que destaca su incompleta Crónica de los Reyes Católicos& x02013; destacan por la bondad y la elegancia de su prosa. Pero el ingenio y el humor de Fernando de Pulgar hicieron de él, además, un personaje popular, al que se atribuían toda suerte de refranes, consejas y apotegmas. Falleció hacia el año 1492.
Editorial ALBA EDITORIAL, S.L.
Fecha publicación 01-06-2005
Edición : 1
Número de páginas : 447
ISBN : 978-84-8428-260-0
Colección: | CLÁSICA MAIOR
Encuadernación: TAPA DURA
Tamaño: 23 x 17
Idioma: Castellano