Claroscuros del embarazo, el parto y el puerperio

Sinopsis
La espera de un nacimiento oscila entre lo gozoso y lo festivo, por un lado, y la ansiedad, la tensión y el miedo, por el otro. Esta ambivalencia suele verse encubierta por una mirada social simplificadora que supone en la madre un estado de "felicidad absoluta" por el solo hecho de iniciarse en la maternidad. Este libro se presenta como un espacio de reflexión e información, en el que los futuros padres podrán encontrar reflejadas sus inquietudes y sus preguntas más íntimas. No se trata de una guía o un manual: los autores rescatan el valor del sentido común y de la experiencia profundamente personal; en este sentido proponen alejarse de los condicionamientos médicos y sociales que suelen encorsetar esas vivencias con mandatos que encuentran en la madre enorme resonancia.
Mario Sebastiani, médico obstetra de extensa trayectoria y autor de Embarazo, ¿dulce espera? de gran repercusión editorial, ha contado en esta obra con la colaboración de Mercedes Raffo Magnasco de Testa, quien desde su vasta experiencia al frente de cursos de psicoprofilaxis para el parto, aporta una mirada complementaria, no sólo desde el punto de vista profesional sino desde la perspectiva de género. Temas como las modificaciones físicas y emocionales que sufre la mujer, su sexualidad en esta etapa, las posibles complicaciones del embarazo, el temor frente al diagnóstico pre-natal, el papel del padre y sus propios cambios emocionales, son tratados desde un enfoque que intenta registrar lo mítico, lo socialmente establecido y el modo real en que las parejas viven estas situaciones. También se aborda el parto, las fantasías y realidades de la Iactancia y la etapa del puerperio, muchas veces crítica para algunas mujeres, así como también se esclarece en qué instancias conviene recurrir a la ayuda profesional. Todo ello con la convicción de que reconocer los sentimientos y pensamientos ambivalentes, los claroscuros del embarazo, el parto y el puerperio, ayudará a vivir este momento sin exigencias innecesarias y respetando la singularidad propia de toda experiencia fundamental de la vida.