Lenguaje radiofónico, El: la comunicación oral

Sinopsis
De todos los elementos que componen el lenguaje radiofónico, la palabra, la música, los efectos sonoros y el silencio, es, sin duda, el primero de ellos, el que tiene un mayor protagonismo. La palabra o signo comunica tivo, la lengua en suma, confiere a la radio su razón de ser. Sin ella este medio de comunicación, tan próximo y creíble, no tendría ningún sentido. La radio consiste en alguien que habla y alguien que escucha.
Inexplicablemente, a pesar de que el lenguaje hablado estimula más cuando se escucha que cuando se lee y que la palabra escrita tiene menos fuerza de convic ción que la hablada, un amplio sector del mundo de la comunicación sigue menospreciando el valor de la palabra en confrontación con el de la imagen. Nada más lejos de la realidad, como lo demuestra el erróneo planteamiento de que el vídeo o la televisión acabarían con la radio en poco tiempo.
La radio es, ante todo, palabra y por ello, el cuidado y respeto de la lengua se hace especialmente necesario. Ante el micrófono es importante lo que se cuenta, pero también cómo se cuenta. No se puede maltratar el len guaje amparándose en excusas como el hecho de querer aparentar naturalidad ante el micrófono o la rapidez con que este medio informa a sus oyentes. Emplear correctamente el lenguaje no sólo es una cuestión de buen gusto o formalidad, sino que forma parte del compromiso social del periodista radiofónico.